28 de abril de 2021

Huesitos ganglios médulas

Venía pensando en otra cosa para compartir hoy pero la dejaré para mañana, habida cuenta de que hoy se cumple un nuevo aniversario de la desaparición física de la poeta uruguaya Idea Vilariño. El 28 de abril de 2009 nos dejó pero no sin antes haber escrito y publicado algunos de los poemas más maravillosos, lacerantes y descarnados de la poesía en lengua castellana. No tengo término medio con Idea: la idolatro profundamente desde la primera vez que la leí hace por lo menos treinta años en una antología de poesía hispanoamericana editada por el CEAL (¡cuándo no!). Cuando leí esa irrepetible maravilla de "Ya no", que no postearé porque lamentablemente ya se ha transformado en un lugar común y demasiado transitado de su poética, quedé completamente absorta, enloquecida y abismada con su poesía y así me mantengo. Con los años la fui encontrando en otras antologías, luego en la internés y finalmente hace ya unos años me auto-regalé su Poesía completa, como debe ser. Leerla de un tirón fue una de esas experiencias tan traumáticas como fructíferas, porque así es su decir poético: arrasa, aniquila, llega al hueso y no contenta con haber abierto calientes cauces para las médulas que todavía gloriamente arden sigue horadando más y más, hasta llevar todo al extremo, al límite de lo tolerable. Y su forma de lograr eso es el espartano laconismo de sus versos, la aparente simplicidad de formas y palabras, pero esa simplicidad es más mortal que un estilete y sólo un inmenso dolor es capaz de brindarle ese cauterio vuelto palabras a alguien. Por si fuera poco, me identifico tanto con su historia de amor/desamor con Onetti que ya todo adquiere ribetes de escándalo entre Idea y yo. Se la ama o se la deja pasar indiferente a su magia y su noctámbulo hechizo. Yo estoy hechizada desde la primera vez que leí aquel tremendo "Ya no". Ojalá ustedes también se hechicen ahora.



ESTO

Esto que va que viene
que llevamos traemos
de un lado a otro
huesitos ganglios médulas
la voz el tacto dulce
el cristalino
el pubis
esto que cada noche
guardamos
frágil cosa
todo esto
qué es esto
sangre
aliento
piel
nada.


LOS ADIOSES

Morirse
no morirse
y estarse triste repartiendo adioses
moviendo
adiós
apenas
el pobre corazón como un pañuelo.


DÓNDE

Dónde el sueño cumplido
y dónde el loco amor
que todos
o que algunos
siempre
tras la serena máscara
pedimos de rodillas.


Idea Vilariño
Poesía completa, 2012.

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