21 de marzo de 2010

Baldomero

Cito del Cuaderno de Poesía y luego amplío ligeramente: 

Esto de copiar poemas no es nada nuevo. Lo debe haber hecho todo el mundo. No intento vanagloriarme de esto, pero sí me sorprendo. Recordé cuál fue el primer poema (que vaya a saber uno por qué fue este y no otro) que copié en mi diario íntimo cuando sólo tenía siete años y creo que es más que justo que hoy esté aquí también. 

Addenda del 21/03/2010: Sí, a los siete años ya tenía un diario íntimo. Lectora y escritora precoz, ya lo ven. El diario era un cuadernito precioso, con tapas duras decoradas con dibujos similares a los de Sarah Kay, que me había regalado mi padre no recuerdo en ocasión de qué. Sus hojas eran rosas y en la tapa decía Poetry book. Todo un presagio, un designio, un destino que se cumplió y se volvió mi vida misma. Anotaba cosas muy sencillas, acordes a mi edad, en general relacionadas con el colegio pero también con algunos dolorosos eventos familiares. Sospecho que copié el poema de Baldomero porque se encontraba en algún manual del colegio o algo por el estilo. No había, que yo recuerde, libros de poesía en mi casa pero yo ya tenía la poesía conmigo. 

ACACIAS

¡Oh doradas acacias
de agosto y de septiembre!
¡Oh fino polvo de oro
sobre las copas verdes!

Yo creo que de noche
las estrellas descienden
a posarse en vosotras
y luego, con la aurora, resplandecen.

Con esta primavera
mi corazón no sabe lo que tiene,
y así, va repitiendo
una misma canción, como las fuentes.

¡Oh doradas acacias
de agosto y de septiembre!
¡Oh fino polvo de oro
sobre las copas verdes!

Baldomero Fernández Moreno
Intermedio provinciano

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