4 de abril de 2021

Dulce corazón mío de súbito asaltado

[CdP] También hay lugar aquí (¡y cómo no iba a haberlo!) para la sensualidad, el erotismo, el apasionado y delicado placer de, por ejemplo, querer ser...

CALVIN KLEIN UNDERDRAWERS

Fuera yo como nevada arena 
alrededor de un lirio, hoja de acanto, de tu vientre horma, 
o flor de algodonero que su nube ocultara 
el más severo mármol travertino. 
Suave estuche de tela, moldura de caricias 
fuera yo, y en tu joven turgencia 
me tensara. 
Fuera yo tu cintura, 
fuera el abismo oscuro de tus ingles, 
redondos capiteles para tus muslos fuera, 
fuera yo, Calvin Klein. 

Ellas tienen la palabra, 1997.



Acoto ahora que aquí no sólo habrá lugar para la sensualidad y el erotismo volcados en poesía sino que, en tiempos en los que todo parece indicar que está mal visto ser (relativamente) «normal» y principalmente «heterosexual», en este espacio yo reivindico la poesía celebratoria de los cuerpos, del amor, de los amantes y del más profundo erotismo. Reivindico, celebro y practico, hasta donde me es posible, la poesía que le canta a la cópula humana, que la exalta y engrandece, que la lleva a pináculos de asombro y deliquio, que no se priva de cantarle alabanzas a la excelsa coyunda, que pone ayes y aleluyas cuando un hombre y una mujer, plenos, ahítos de deseo uno por el otro, osan al fin fundirse en uno. Reivindico, celebro y ejecuto esa clase de poesía, como lo hice en mi Pequeño manual de anatomía masculina, bajo el influjo, claro que sí, de la española Anna Rossetti, entre otras muchas poetas que no temieron cantarle loas al hombre en momentos en que, parece, lo único permitido es la misandria más horripilante. Por eso aprovecho para sumar otro de sus maravillosos poemas y los invito a recorrer su obra. 

CHICO WRANGLER

Dulce corazón mío de súbito asaltado. 
Todo por adorar más de lo permisible. 
Todo porque un cigarro se asienta en una boca 
y en sus jugosas sedas se humedece. 
Porque una camiseta, incitante señala, 
de su pecho, el escudo durísimo, 
y un vigoroso brazo de la mínima manga sobresale. 
Todo porque unas piernas, unas perfectas piernas, 
dentro del más ceñido pantalón, frente a mi se separan. 
Se separan. 

Anna Rossetti
Indicios vehementes, 1985.

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